Hoy hablamos con Vicenç Hernández, Presidente de Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios de España (API España), Presidente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Cataluña (AIC), y CEO en Tecnotramit. Con una experiencia de más de veinte años en el sector y recientemente nombrado mejor CEO del sector inmobiliario en España, hemos tenido la oportunidad de hablar con él de la revolución tecnológica que está sufriendo el sector inmobiliario y conocer un poco más sobre sus responsabilidades.
«Si algo tengo muy claro es que la transformación digital no va de tecnología, va de cambiar la mentalidad y cultura organizativa, y eso requiere mucho tiempo y esfuerzo.»
Vicenç Hernández, Presidente de API España, Presidente de AIC y CEO de Tecnotramit.
- ¿Cuéntanos sobre tú nuevo libro “Revolución Proptech”?
Es un libro de reflexiones que recoge mi experiencia de todos estos años liderando transformaciones culturales en diferentes organizaciones. Si algo tengo muy claro es que la transformación digital no va de tecnología, va de cambiar la mentalidad y cultura organizativa, y eso requiere mucho tiempo y esfuerzo, y es tremendamente difícil. Han sido años de mucho aprendizaje hasta que llegó el confinamiento y decidí escribir mis reflexiones sobre todo lo vivido. Ya he escrito libros antes y sé el esfuerzo que requiere, así que solicité ayuda a dos compañeros con amplia experiencia empresarial y que podían aportar al texto una visión complementaria a la mía.
El libro consta de 3 partes. En una primera parte reflexionamos sobre las nuevas tendencias de liderazgo, creación de valor, toma de decisiones, innovación y dinámicas competitivas en un nuevo contexto social y económico. En la segunda parte nos centramos de lleno en el sector inmobiliario y más concretamente en la irrupción del proptech. Finalmente, en la tercera parte analizamos los procesos de transformación de diferentes empresas tradicionales del sector inmobiliario.
- ¿Cómo está evolucionando, según tu punto de vista, el sector Proptech en España?
La evolución no solo es positiva sino también muy necesaria. El proptech ha llegado para sacudir al sector más tradicional y está produciendo cambios en un sector que no estaba acostumbrado a la disrupción. Sí que es cierto que a nivel general estamos notando un cierto empacho de startups, donde muchos proyectos no tienen viabilidad, pero se han apuntado a la moda de ser emprendedor o founder, por lo que hay que ser muy selectivo a la hora de analizar proyectos ya que muchos presentan buenas intenciones, pero poca probabilidad de testeo y/o monetización. Pero la irrupción de empresas de desarrollo tecnológico en el ámbito inmobiliario junto con las fintech en el ámbito financiero es de las mejores noticias que hemos tenido los últimos años por la fuerza reactiva que está produciendo en el sector.
- Como ya hemos visto, combinas más de un trabajo, ¿cómo llevas esta “triple vida”?
¡Durmiendo muy poco! La verdad es que disfruto mucho de todo lo que hago e incluso me falta tempo para dedicarme a otras aficiones que también me gustan. La gran ventaja de mi pluriactividad es que toco diversas cosas desde diferentes enfoques por lo que la monotonía no forma parte de mi vida. Durante el día llevo varios sombreros; como CEO, como presidente, como profesor, como inversor, como asesor y también como consultor. Todos los puntos de vista me ayudan en las otras facetas ya que me obligan a cambiar las perspectivas y los criterios en función de los proyectos. Además, cuento un gran secreto, tengo detrás un equipo de gente fabuloso sin los cuales la implementación de muchas cosas que planteo sería muy difícil.
- ¿Qué dificultades presenta el sector y cómo se podrían solucionar?
A nivel general es un sector complejo ya que en él subyacen diferentes aspectos socioeconómicos. Un movimiento en los tipos de interés, un encarecimiento de las materias primas, decisiones legislativas de carácter fiscal o cambios socioculturales son aspectos, entre otros, que pueden modificar las expectativas y comportamiento del sector. Eso lo hace complejo, pero también atractivo ya que tiene un peso relevante en la economía y podemos ser partícipes de un sector motriz. Dicho esto, hay varios retos que tenemos que afrontar como el acceso a la vivienda por parte de colectivos más favorecidos, una ley que no dé alas a comportamientos que atenten contra el derecho a la propiedad, cómo afrontar los nuevos hábitos de trabajo y saber digerir nuevos aspectos relativos a cómo queremos vivir ya sea a nivel individual (por ejemplo, el coliving) o a nivel colectivo (temas referentes a urbanismo y movilidad). Por último y muy relevante, la regulación que afecta a la profesión de intermediario y asesor en materia de compraventas e inversión. No puede ser que un sector donde la gente toma una de las decisiones económicas más importantes de su vida, no haya control sobre las personas y empresas que intermedian y asesoran en la operación.
- ¿Qué consejo les darías a los profesionales inmobiliarios?
La primera es que, aunque no haya en la actualidad una regulación específica intenten adelantarse formando parte de una asociación que mire por sus intereses, les preste servicio y les obligue a una formación inicial y de reciclaje constante. La acreditación profesional es la mejor manera de ganar credibilidad en un mercado cada vez más competitivo. En segundo lugar, que acojan las innovaciones tecnológicas con la mente abierta. Los procesos de economía colaborativa son los que más relevancia van a tener en nuestra manera de trabajar y tanto necesitan ellos de esas nuevas tecnologías y empresas de proptech, como al revés. Y, en tercer
lugar, que no pierdan la oportunidad de observar qué pasa en otros sectores cercanos al suyo. Los cambios en el sector financiero, legal y asegurador van a tener consecuencias enormes en el sector inmobiliario creando ventanas de valor que pueden dar lugar a buenas oportunidades profesionales.
- ¿Cuáles crees que serán las tendencias más significativas respecto a la compraventa de inmuebles en 2022?
A nivel tecnológico vamos a ver durante los próximos años una amalgama de diferentes tecnologías combinatorias que darán lugar a nuevos modelos de negocio. Pero para mi la tecnología que lo va a cambiar todo va a ser el blockchain. Sé que llevamos tiempo hablando de esto, y que todavía hay gente que solo lo relaciona con las criptomonedas, pero su ámbito de aplicación y disrupción es muy alto y generará nuevos patrones de conducta tanto en la oferta como en la demanda. A nivel general veremos un mercado donde la oferta va a tener que hacer un esfuerzo adicional para saber acercarse mejor a la demanda siendo más proactiva y menos
reactiva. Y no desdeñemos la palanca de la rehabilitación ya que hay un nicho de mejora del parque de viviendas importantes que puede dinamizar las operaciones de compraventa.
- ¿Cómo ves el mercado de la compraventa de cara al 2022?
Creo que tendremos un buen año. Los condicionantes externos no parecen que vayan a sufrir grandes modificaciones (tipos de interés bajos, querencia de la banca por financiar operaciones, alternativas de inversión poco atractivas, inflación superior a la media histórica, etc). Pero tenemos que asentar las bases de un mercado más sólido a nivel estructural y no dejarnos llevar por condicionantes coyunturales, y para ello se requiere una legislación más elaborada y consensuada. Sobre la vivienda se juega mucho como arma electoral por parte de la clase política y no creo que estemos, a nivel general, en las mejores manos. No se puede predicar que se trata de un bien fundamental y luego ser el activo que más impuestos soporta. Es un sector lo suficientemente relevante como para que nos preparemos para cuando vengan malos momentos, pero su ciclo de vida es mayor que el ciclo de vida electoral, lo cual complica una planificación estratégica sensata y consensuada.